IIIF provides researchers rich metadata and media viewing options for comparison of works across cultural heritage collections. Visit the IIIF page to learn more.
This photograph of Ronald Reagan leading his beloved horse El Alamein undoubtedly captures a lesser-known side of him. According to Reagan’s biographer Edmund Morris, to truly understand the man, one must visit Reagan’s retreat, Rancho del Cielo. The 688-acre property is located seven miles up a steep canyon road from the Pacific Ocean and nestled in the Santa Ynez Mountains. After Reagan bought the ranch in 1974, it became his favorite home. Despite objections from aides, Reagan returned there often during his presidency. He had learned to ride horseback in the late 1930s while serving in the U.S. Cavalry Reserve. The president’s joyful quotation of Xenophon’s Art of Horsemanship conveys his love of horses: “There is nothing quite so good for the inside of a man as the outside of a horse.”
Nacido en Tampico, Illinois
Esta fotografía de Ronald Reagan guiando a su amado caballo El Alamein captura sin duda una faceta menos conocida del presidente. Según el biógrafo de Reagan, Edmund Morris, para comprender a este hombre realmente era necesario visitar su refugio, el Rancho del Cielo. La propiedad de 688 acres se encuentra ubicada a siete millas del Océano Pacífico por una escarpada carretera entre los cañones, en las montañas de Santa Ynez. Después de comprar el rancho 1974, la propiedad se convirtió en la casa preferida de Reagan. Pese a las objeciones de sus asistentes, Reagan visitó el rancho a menudo durante su presidencia. Había aprendido a montar a caballo a finales de los años 30 mientras servía en la Reserva de Caballería de los Estados Unidos. La alegre cita del presidente, extraída de El arte de la equitación de Jenofonte, plasma su amor por los caballos: “No hay nada mejor para el interior de un hombre que el exterior de un caballo”.