El test de la vida real es el instrumento de evaluación y seguimiento del desarrollo de los roles de género en las personas trans, utilizado en el tratamiento médico del Trastorno de Identidad de Género en los diferentes hospitales de referencia del Estado Español. A partir de su descripción y análisis intentaré evidenciar algunos elementos clave para entender los procesos de construcción de las identidades de género, comprendiéndolas no solamente como procesos relacionales en los que se reproducen y resisten los discursos, prácticas y representaciones del orden sociosexual hegemónico, sino también como procesos reflexivo corporales vinculados a la experiencia y a la (auto)representación de la misma. Atendiendo a dicha definición consideraré la identidad y la corporalidad como fenómenos sociales, culturales e históricos que no pueden ser estudiados de forma fragmentada. A través de la epistemología postestructuralista propongo un análisis dialógico que intente romper con las dicotomías constitutivas del pensamiento moderno occidental: interioridad-exterioridad, cuerpo-mente y naturaleza-cultura como punto de fuga de las nociones esenciales en relación al cuerpo y la identidad. Se analizará esta fase del tratamiento como hiperritualización de la vigilancia cotidiana de las fronteras del género, de los procesos de atribución y de la performatividad del género, lugar en el que la corporalidad deviene el campo de batalla donde distintos discursos de poder atraviesan la experiencia. Se considerará un proceso en el que se evidencia aquello que nunca se hace visible, el aprendizaje de la performance de género adecuada, el disciplinamiento del cuerpo dentro de las fronteras que el orden sociosexual hegemónico impone a través de sus premisas de inteligibilidad.