El Bicentenario encuentra a la Argentina, una vez más, en un momento de crisis: la crisis del sistema político que emerge de las cenizas de la Convertibilidad. Las características del mismo guardan estrecha relación con el proceso político que culmina en diciembre de 2001, que actualiza una vieja tendencia a la corporativización de la política. Para avanzar en el conocimiento del tipo de Estado y de acumulación que están en crisis actualmente, resulta necesaria la comprensión del proceso que les da origen. La historia y la sociología económicas han conceptualizado la crisis de la Convertibilidad a partir de su dimensión de lucha interburguesa: han enfatizado la importancia de las propuestas de devaluación y dolarización de la economía como salida de la crisis, y la presión de devaluadores y dolarizadores sobre el Estado. Posiciones asumidas por la burguesía industrial, y por los bancos y empresas privatizadas. Ante estas líneas de investigación, surgen las siguientes preguntas: ¿cómo operan las corporaciones que expresarían estas propuestas de salida de la crisis? ¿Cuáles son las demandas que efectivamente realizan al Estado? ¿Qué intereses defienden y enfrentan estas demandas? ¿Cómo impacta su acción la capacidad de gobernar del Estado? Para darles respuesta, tomamos como objeto a uno de los contendientes en pugna: la burguesía industrial. Nos enfocamos en la organización corporativa de los empresarios del sector: la Unión Industrial Argentina (UIA). Analizamos la forma en que la crisis afecta a la industria argentina. Relevamos las demandas y posicionamientos de la UIA ante la crisis iniciada en 1998, vis a vis las políticas implementadas por el Gobierno Nacional. Entre otros aspectos, resultan relevantes las posiciones sobre el tipo de cambio, los costos  industriales y las rentabilidades relativas sectoriales. Tomamos como fuentes documentos emitidos por la UIA, estadísticas oficiales y artículos de prensa escrita.