Se comparan dos escenas de interacción de una misma díada adulto-bebé, una con uso deliberado de la voz cantada y otra sin uso deliberado de la voz cantada. El análisis de las escenas, realizado con las técnicas propias del análisis de la ejecución musical y del movimiento, puso en evidencia un mayor uso de recursos expresivos en la escena hablada. Se vincula este dato paradójico con la existencia de una obra o “plan diseñado” en la situación cantada y se discuten sus implicancias