El trabajo propone un análisis de las políticas de citación convencionales del ámbito académico, y particularmente filosófico, entendiéndolas como prácticas de reconocimiento y auto-constitución. Observa que la constitución de un canon funciona de manera positiva para establecer una comunidad de pertenencia, un diálogo filosófico con actores del presente y el pasado que se proyecta, implícitamente, hacia la comunidad filosófica que deseamos para el futuro. Sin embargo, advierte que, en sentido negativo, ese mismo establecimiento de una comunidad puede resultar limitante e incluso políticamente problemática, si se observan las jerarquías que establece y las exclusiones que practica. Sobre este punto, identifica y analiza críticamente algunas de las operaciones más frecuentes de exclusión producidas a través de las prácticas de citación y constitución del canon disciplinar en filosofía, con foco particular en el contexto latinoamericano y argentino. En su última sección, el trabajo indaga en ejercicios alternativos de diálogo filosófico, capaces de ir más allá de los nombres canónicos y resistir el borramiento de otras subjetividades en la producción, a la vez que advierte sobre la necesidad de intervenciones de fondo sobre la arquitectura institucional para lograr una disciplina realmente hospitalaria.