Esta ponencia presenta el trabajo realizado por el proyecto de investigación Juego y cognición: estrategias lúdicas para mejorar la Disposición para la escolarización (DPE) de niños en riesgo de desarrollo. Desde el 2017 implementamos intervenciones en aula basadas en lectura de cuentos y juego sociodramático, que buscan impactar en el desarrollo de las Funciones Ejecutivas (FE) y el desarrollo lingüístico de niños/as de educación inicial que crecen en situación de vulnerabilidad social. Estos niños presentan un patrón de desarrollo de las FE diferente al de quienes crecen en entornos más favorables (Lipina, 2006; Ursache & Noble, 2016), y presentan mayores riesgos en el desarrollo del lenguaje (Hart & Risley, 1995; Hoff, 2003) por diversas razones. Al mismo tiempo, ingresan a la escolarización formal en situación de desventaja respecto de sus pares, presentando conocimientos y experiencias que difieren de manera sustancial con los que privilegia la escuela (Diuk, Borzone & Rosemberg, 2000). Se ha mostrado que las intervenciones de los adultos durante las situaciones de lectura en educación inicial tienen importantes consecuencias tanto en la alfabetización inicial como en la comprensión de textos en educación primaria (Dickinson & Tabors, 2001; Dickinson & Porche, 2011; Mascareño, et. al, 2016; Mascareño et. al, 2017). También existe evidencia sobre el papel de los adultos como mediadores en el desarrollo del juego infantil (Bodrova, Germeroth & Leong, 2013; Leong & Bodrova, 2012), y sobre cómo el juego dramático favorece el desarrollo de habilidades requeridas para el ingreso exitoso a la educación primaria, como por ejemplo las FE y la autorregulación (Welsh et. al, 2010; Blair & Raver, 2014, 2015). Nuestro programa se enfoca en promover patrones maduros de juego sociodramático en niños/as que crecen en contextos de pobreza. En su versión actual consta de 32 sesiones de una hora de duración, con una frecuencia de dos veces por semana, durante el horario escolar (tasa adulto-niño 1-5). Las actividades propuestas incluyen la lectura dialógica de cuentos, su discusión y representación en el aula, a lo que se agregan actividades específicas de estimulación de las capacidades de simulación, representación simbólica y funcionamiento ejecutivo. Proponemos tres ejes de discusión que surgen de los principales desafíos que enfrentamos durante la intervención. 1. La formación de recursos humanos para la implementación de las actividades en la intervención. Esto incluye la formación de maestros y otros profesionales desde una perspectiva interdisciplinaria y enfocada en el problema de la desigualdad social en el ingreso al sistema educativo. 2. Las características de la población con la que trabajamos y particularmente sus altos niveles de ausentismo, que deviene en una discontinuidad en las actividades. Esto obliga a considerar las condiciones mínimas en las que un programa como el que proponemos resultaría viable. 3. La interacción entre las características de la población y las actividades. ¿Cuáles son los ajustes necesarios en un proceso de trabajo para contemplar tanto a los asistentes más permanentes, como a aquellos de asistencia irregular? Esto implica, por ejemplo, considerar los niveles óptimos de redundancia e innovación de las actividades.