Con el actual impacto de los movimiento feministas y el alza de la voz a favor de los derechos de las mujeres asistimos a un nuevo contexto como sociedad, donde el paradigma que nos constriñe está en un proceso de deconstrucción y cambio. Mucho se ha debatido y reflexionado acerca de relación constitutiva de la publicidad en la aceptación de los valores culturales sociedad moderna y su mutua incidencia. La publicidad irguiéndose sobre los prejuicios de la sociedad, y legitimándolos para convertirlos en la cotidianeidad. Es en este nuevo contexto que muchas marcas iniciaron una reconversión en su discursos hacia las mujeres, un discurso para la nueva consumidora y de las próximas generaciones como una estrategia de mercadeo a la largo plazo. Lo que cabe preguntarnos ahora entonces es si el feminismo cómo discurso publicitario puede cumplir una función real en la transformación de la sociedad. En el presente trabajo se plantea el análisis en paralelo de dos campañas publicitarias desarrolladas en el transcurso de 2018-2019 de dos marcas líderes a nivel nacional de productos de higiene femenino donde en contrapartida podremos ver las diferencias radicales en cuanto, por un lado, al feminismo como "femvertising" o mera estrategia de marca sin anclaje en los lineamientos generales de la marca y por el otro, a un acercamiento en una restructuración de la identidad de marca en coherencia con un "discurso rosa" establecido donde los valores y concepciones mutuan de forman integral, ahora lo que cabría preguntarse en última instancia es: ¿pueden las marcas asumir un compromiso político real con el feminismo?