Este trabajo se inscribe en el marco del Proyecto de Investigación “La dimensión digital de la cultura visual de profesionales del campo del diseño. Análisis de las prácticas y producciones profesionales en redes sociodigitales”, que a su vez, continúa lo que abordó el equipo en una investigación previa en el Laboratorio de Diseño (LAD) de la Universidad Nacional de Lanús. En este marco nos propusimos explorar las modificaciones del campo profesional del diseño y la comunicación visual en el contexto de redes sociodigitales. Considerábamos que estas plataformas no sólo son territorialidades particulares en donde se llevan adelante prácticas comunicativas significadas por tradiciones previas, sino que resultan espacios de construcción de subjetividades, identidades no sólo en términos individuales, colectivas, sino también profesionales. La cotidianeidad narrativa, de interacciones, intertextualidad, el quehacer de un campo resulta atravesado por las mediaciones, y a su vez, las constituyen, proponen gramáticas, vínculos, sentidos, así como nuevas prácticas. Por otra parte, debido a las transformaciones en la sociabilidad y el trabajo en el marco de la pandemia por COVID-19, la incorporación de la inteligencia artificial, gran parte de las prácticas profesionales, laborales de este campo se desplazaron y se reconfiguraron a entornos digitales, y esto significó un movimiento, un cambio, que debía ser interrogado, estudiado, comprendido. Considerábamos que íbamos a encontrar nuevos usos en cuanto a “presentaciones de la obra/trabajos”, comercialización de servicios, construcciones de vincularidades. Sin embargo, lo que apareció –tanto en las entrevistas que realizamos a profesionales del campo, como en la observación de las redes, en particular Instagram y youtube- era que, fuertemente el campo profesional estaba siendo resignificado. Las redes estaban y están mediando, al decir de Jesús Martín Barbero, transformaciones no sólo en cuanto a lo técnico, lo retórico, sino en cuanto a los alcances del campo, ámbitos de incumbencia, se redefinen opciones en cuanto a lo laboral (relación de dependencia, free-lance, part time, full time, etc.), el rol mismo (de diseñador/a gráfico, visual, al comunicador audiovisual, influencer, educador/a de ciudadanía digital sobre la problemática del campo). En el territorio de lo digital se está discutiendo y formulando la construcción de un espacio colaborativo novedoso, con características cercanas a lo gremial (no cuentan con sindicato), e incluso, resignificando la experiencia y aprendizaje de otras militancias (el caso de la militancia feminista por parte de mujeres y disidencias liderando este proceso). Por último, nos encontramos con la discusión en cuanto a la construcción de conocimiento del campo: quiénes son los sujetos legitimados para la producción y transmisión de saberes –instituciones tradicionales como las universitarias, empresas, profesionales- así como con propuestas y prácticas formativas tanto sobre saberes históricos, como sobre lo novedoso. Los avances en cuanto al análisis de estas transformaciones del campo profesional, de su condición de trabajadore/as, auspiciadas y significadas en redes sociodigitales son las que queremos presentar en el marco de este Congreso.