Mucho se ha trabajado ya acerca de la reconfiguración del periodismo audiovisual en términos de formatos tecnológicos (Cebrian Herreros, 1998; Peñafiel, 2016). Se ha decretado la agonía o supervivencia de medios tradicionales a partir de nuevas estructuras narrativas digitales (streaming, redes, complementos de noticias gráficas en la web, etc.). Sin embargo, respecto del rol pretendido para la labor periodística y su interacción democrática en el espacio público (Rincon, 2005; Rinaldi, 2013), debemos considerar otros cambios estructurales. El trabajo que presentamos aquí rescata emergentes de una investigación que estamos realizando desde la carrera Comunicación Audiovisual a distancia (EH-UNSAM). Dicha investigación comenzó en agosto 2023 e indaga trayectorias de mujeres periodistas de todo el país, desde la recuperación democrática, a través técnicas metodológicas que se enmarcan en la tradición etnográfica de estudios biográficos. La escucha de las experiencias de estas comunicadoras, a través de entrevistas en profundidad y entrevistas no estructuradas, nos permite proceder simultáneamente con el análisis mientras realizamos el trabajo de campo (Sautu, 1999). Distinguimos dos dimensiones en la comunicación audiovisual. Por un lado, los nuevos marcos y cambios en la profesión periodística. Por otro, la situación particular de las mujeres dentro de esos marcos y estructuras laborales. A modo de ejemplo, en la primera dimensión encontramos: • La invasión de la comunicación institucional y de mercado -lógicas de atracción publicitaria, posicionamientos corporativos y circuitos de monetización en las redes- por sobre la función tradicional del periodismo (Cicalese y Rinaldi, 2007). “Es verdad que la tecnología, las redes y los algoritmos, la inteligencia artificial ahora más que ninguna otra herramienta, modifican prácticamente todos los oficios y carreras. Pero también es verdad que en el periodismo se dan crisis que no se dan en todos los oficios. Se da esto que tiene que ver con el cambio en los modos de presentar la información. Y de leerlos, porque son las dos cosas. Una crisis profundísima con el modelo de negocios, que ya viene desde hace rato también, donde intentaron llevarse los avisos y las pautas al on-line, pero se perdió pauta en el camino. Y si vos te ponés a pensar hoy, la discusión tanto en televisión como en radio, pasa por la competencia que es Olga, o que es el streaming de las radios. Entonces te va cambiando todo el tiempo y el modelo de negocio, en el sentido en que el anunciante va mirando: ¿realmente le conviene poner plata en un programa de radio que se terminó y se terminó, mientras lo otro lo podés ver cada vez que quieras? Y, bueno… eso es un cambio que necesariamente llega a los contenidos y a la forma en que esos contenidos se presentan.” (Hinde Pomeraniec) “Los contenidos se comandan desde las producciones. Trabajan sobre una rutina, un pretendido menú de notas, de ideas, de temas, pero finalmente de acuerdo a cómo va midiendo en el minuto a minuto se van engarzando los contenidos al punto de que por ahí entrás a un estudio y tenés como conductor un menú de cuatro notas y si el primero rinde, garpa como se dice en la televisión, te quedas ahí” (Mónica Gutiérrez) “Tenemos la posibilidad desde los medios del interior de hacer mejor periodismo. Porque no nos importa un rating, un número, una estadística… no nos corre eso. Entonces podemos hacer las cosas profesionalmente sin que te digan ‘no, repetí esto que es lo que vende´, y uno dice: ‘pero teníamos otro tema súper importante para abordar’ … y ‘no, esto es lo que tiene más rating’. En tiempos de crisis, nosotros tenemos esa posibilidad” (Evangelina Ramallo, periodista Entre Ríos). En esta misma dimensión aparecen otras variables, tal como como el uso de la propia imagen para generar contenido en redes sociales y monetizar o publicitar productos en ellas; la comunicación gubernamental y/o militante como acceso y permanencia dentro los canales públicos o afines a la línea del gobierno de turno; tipos de censuras y autocensuras, etapas de pauperización laboral después del 2001, multiempleo, multitareas y multimedios; la aparición de los arquetipos del rol -construidos en algunos casos en su formación profesional y en otros por propia identificación- y cómo molden la rutina cotidiana de trabajo. “Yo discutía con mis compañeras de la CTA porque les decía que yo quería ser periodista y me decían ’vos sos periodista’, ‘no, yo soy periodista de un lado, soy periodista institucional’” (aludiendo a su rol en el sindicato) y luego, sobre su trabajo en Telefé, comenta: “Con una familia de la Zabaleta, ponían cuando yo me asustaba de una cucaracha y no ponían todo lo que estaba viviendo la familia. Entonces empecé a ver la edición y empecé a ver la construcción que uno lo mira por televisión y parece que está viendo la verdad y no está viendo la verdad, hay todo un relato y una construcción a partir de la edición. Entonces, si yo tenía el poder de editarlo, lo hubiera editado totalmente distinto, hubiera mostrado las partes tal cual. Quizás ponía esa parte de la cucaracha, pero no hubiera sido lo principal, porque esa es la clase media y la mirada del otro yendo a un lugar” (Gisela Busaniche). Pero más allá de las estructuras mediáticas y los condicionamientos profesionales, consideramos también la dimensión particular de género en los modos de transitar el periodismo. Por ejemplo: • Las relaciones laborales en tanto mujeres en distintas etapas de sus vidas, especialmente embarazos, tareas de cuidado maternales, estética frente a la cámara, envejecimiento. “Viene el productor y me dice vos los presentás y ellos hablan, te queda claro, nada de pregunta re pregunta, esto va a ser cortito. Yo les mando una metralleta de preguntas en tres minutos, entonces cuando terminó la nota vino el productor y me dijo ‘desde mañana vas al micro de modas, estás muy rebelde’, entonces le dije ‘yo no, no mañana no vengo, no me esperes’”. (Mónica Gutierrez, en alusión a sus inicios en Canal 5 de Rosario) “Yo en ese momento que no tenía hijos, era como que no tenía ningún problema, sabés que estaba 24 horas para las noticias, no me importaba nada. Ahora ¿viste? tengo dos millones de problemas, muchas ocupaciones todo es más difícil. Yo tengo cuatro hijos, así que imagínate que he llegado a llevar los cuatro chicos a la nota. ,Me acuerdo que cuando ganó Néstor Kirchner, yo le estaba dando el pecho a una de mis hijas, fui con los cuatro, cochecito y todo. Cubrí la nota en un hotel que era el búnker” (Mercedes Ninci) “Estuve en Radio 10, y en C5N y en Canal 9. Porque Daniel (Hadad) compró Canal 9, y ahí entro al Noticiero del mediodía y esa fue otra gran etapa de Telenueve. Durante 4 o 5 años, casi estuve, (…) Allí tengo mucha proyección. Especialmente con la gente mayor -mayor que yo- porque el mediodía lo ve la gente mayor, y enorme alcance con las provincias. Cada vez que iba de viaje era Susana Giménez, porque la gente paraba para ver el noticiero del mediodía. Fue muy hermoso. Y es muy potente la llegada a las provincias. Fueron años maravillosos, hasta que luego Daniel vende y llegan los nuevos dueños (Azul televisión) y sacan a todas las mujeres. Sacan a la Cherasco, me sacan a mí, a Marita Mecha Martí. Estaba Mabel Traberg en ese momento también, una diosa!!. Vos fíjate cómo cambió tanto y maravillosamente la época, que hoy por hoy eso hubiera sido un escándalo. No hubiera podido suceder. Pero en ese momento sucedió. Y entonces decían ‘sacaron a todas las minas… uy! Qué mal’ pero quedó así. No hubo un alerta ni de ningún gremio, ni de ninguna organización de periodistas, ni de nada. Nos corrieron a todas” (Karin Cohen) “Los dueños, los gerentes, los jefes eran todos varones. me acuerdo una vez que tuve que dar una prueba aquí en Canal 7, estando en Cablevisión noticias. Buscaban una mujer que fuese más baja que el conductor varón, que le combinara estéticamente. Y si además de todo eso, la mujer en cuestión sabía colocar el tiempo verbal en la oración -esto es, si sabía el pasado, el presente y el futuro, ni siquiera los compuestos, eh- eso se buscaba de alguien que se iba a convertir en conductora, o mejor dicho en el adorno del varón que era el conductor. (y luego, en otro canal) “Un día que me corté el pelo, por ejemplo, fue una especie de tragedia. Yo tenía 35 puntos de rating en Telefé Noticias. Un día aparezco con el pelo corto, y entonces me dijeron ‘¡qué es lo que hiciste! ¡Esto cambia la imagen! ¿Pero no nos consultaste, no?’” (Rosario Lufrano). Entre otras variables, sumamos en esta dimensión las relaciones jerárquicas en las rutinas de trabajo, las negociaciones salariales, relaciones de poder dentro de los medios, incluyendo situaciones de discriminación. No siempre estas prácticas son percibidas como condicionamientos de género, aunque podemos leerlos en esa clave.