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Un estudio de semiosis evolutiva. Los primeros gestos comunicativos y simbólicos
Silvia Español.
Tesis de Doctorado. UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pH0V/qmR
Resumen
El trabajo se orienta a estudiar los tempranos modos gestuales mediante los cuales los niños logran compartir un significado con los adultos que interactúan con ellos. Dos ideas orientaron nuestro modo de acercarnos a ellos: la convicción de que la producción de significado tiene lugar en los procesos de interacción, y la hipótesis de que existe un continuo semiótico en los sucesivos modos de interacción que se establecen entre el niño y las personas que le rodean. Ellas determinaron que decidiéramos estudiar los gestos desde una perspectiva evolutiva y a través de la observación de la interacción de la díada adulto-niño. Contábamos, además, con un modelo particular de semiosis evolutiva que brinda un marco general para el análisis de la producción gestual infantil. El modelo enhebra ciertos hitos del desarrollo evolutivo directamente vinculados con el modo gestual de comunicación: la expresión de las emociones, los gestos enlazados a objetos presentes en el entorno físico mediante los cuales los niños realizan sus primeras peticiones y declaraciones a un nivel preverbal, los gestos simbólicos a través de los cuales comienzan a referirse a objetos ausentes, y el inicio del juego de ficción, que se realiza, parcialmente, a través de gestos. El modelo enhebra estos modos disímiles de producción de significado, o semiosis, mediante la hipótesis de que a todos ellos subyace un mismo mecanismo de producción: la suspensión semiótica. Decidimos, entonces, realizar nuestra investigación tomando como marco teórico y como herramienta de análisis el modelo de semiosis por suspensión de Ángel Rivière. El estado actual, tanto del estudio de los gestos como del modelo, recomendaban que realizáramos un estudio de índole exploratoria y, dada esta naturaleza del estudio, acotamos el período de observación a quince meses: aquél que transcurre entre los nueve y los veinticuatro meses de edad del niño. La elección del período se debe a dos razones: primero, a partir del segundo trimestre del primer año de vida los niños comienzan a producir sus primeros gestos, y , segundo, a los veinticuatro meses han tenido lugar los gestos simbólicos y ficcionales. El trabajo se encuentra dividido en tres partes. La primera está dedicada a desarrollar la perspectiva semiótica evolutiva desde la cual abordamos la investigación y el método utilizado en ella. En el capítulo 1 se exponen las hipótesis teóricas generales que guían nuestra investigación y que podrían resumirse en tres asunciones: (1) los procesos de interacción se encuentran en la base de la génesis de los gestos en tanto instrumentos semióticos, (2) intención e intersubjetividad son el anverso y reverso de los procesos semióticos humanos, (3) existe un mismo mecanismo de producción de significado subyacente a modos disímiles de semiosis a lo largo del desarrollo. En el capítulo 2 se acota nuestro objeto de estudio, se comentan los antecedentes en el estudio de los gestos y se especifica el método utilizado en nuestra investigación. Se presenta, también, una clasificación de gestos que distingue entre gestos deícticos, anclados a su contexto de producción, y gestos simbólicos, que representan a sus referentes. En la segunda y tercera parte desarrollamos nuestra investigación adoptando un estilo particular en el que las discusiones teóricas y el análisis observacional se entrelazan en un mismo discurso. La segunda parte está dedicada a los gestos deícticos. En el capítulo 3 se describen, brevemente y recurriendo a la bibliografía existente, las interacciones diádicas tempranas entre el adulto y el niño hasta aproximadamente los ocho meses de edad del niño. Se inicia luego el análisis de nuestro material observacional y sobre la base de éste se discuten las cualidades de las interacciones que existen en la díada en el momento inmediatamente anterior a que el niño produzca sus primeros gestos deícticos; se indican también las habilidades psicológicas que los niños poseen en el umbral de la producción gestual. En los capítulos 4, 5 y 6 se estudia el origen y las funciones de dos gestos particulares. Dentro del conjunto de los gestos deícticos que producen los niños seleccionamos dos: el gesto de mostrar y el gesto de señalar. En el capítulo 4 se analiza, sobre la base de nuestras observaciones, el desarrollo, origen y función del gesto de mostrar, aquél en el cual el niño pone bajo la mirada del otro un objeto que se encuentra en su mano y, mientras alterna la mirada entre el adulto y el objeto, lo mueve hacia uno y otro lado. La discusión acerca del mecanismo básico de producción de gestos deícticos –la ritualización- tiene aquí su punto de anclaje, así como también la descripción de sus semejanzas y diferencias con el mecanismo de suspensión propuesto en el modelo de semiosis adoptado. En este capítulo se inicia, además, la exposición de la capacidad declarativa preverbal, poniéndose el acento en sus condiciones preliminares. En el capítulo 5 se estudia del mismo modo el origen y las funciones del gesto de señalar, gesto en el que el brazo, mano y dedo índice se extienden hacia algún objeto o evento del entorno. Se retoma la discusión sobre los orígenes de la función declarativa con la que el gesto puede usarse, se extiende hacia las habilidades psicológicas que ésta supone y se la vincula con las otras dos funciones con las que el gesto puede ser usado. La polémica acerca de la existencia y naturaleza de los gestos autodirigidos encuentra aquí su lugar. En el capítulo 6 se exploran, con un método distinto, algunas hipótesis surgidas del trabajo observacional acerca del origen, sensibilidad al contexto interpersonal y funciones del gesto de señalar y gestos relacionados. En la tercera parte de este trabajo se estudian los gestos simbólicos. El capítulo 7 es una introducción teórica a la noción de símbolo en el modelo de semiosis de Ángel Rivière; la presentación gira entorno a tres ejes: el primero se refiere a la naturaleza –motivada, arbitraria o convencional- de estos símbolos; el segundo al modo en que se construyen; el tercero a su vínculo con el símbolo piagetiano y el símbolo vygotskiano. El capítulo 8 está dedicado a los símbolos enactivos; éstos son, de acuerdo con el modelo adoptado, símbolos originales e idiosincráticos creados por los niños para comunicarse acerca de objetos no presentes en el entorno inmediato. El trabajo se centra en el análisis de su proceso de constitución, poniéndose el acento en el desarrollo de la acción instrumental y en la descripción de lo que hemos denominado “proceso de ritualización sin asimilación deformante”, proceso que, sugerimos, permite que el mecanismo de suspensión opere. Se retoma la discusión acerca de la existencia de gestos autodirigidos. El capítulo 9 está orientado al estudio de los símbolos característicos del juego de ficción, aquellos implicados en acciones tales como transformar un trozo de madera en un auto, o una cuchara en un avión. El centro de la discusión gira en torno a la existencia y cualidad de diferentes clases de sustituciones y de la suspensión que en ellas opera, así como en la naturaleza de las representaciones mentales implicadas en el juego de ficción.