En este trabajo propongo abordar un productivo estereotipo del cine argentino: el ?chanta?. Este personaje, representante de sectores subalternos urbanos, se encuentra relacionado con la tradición del ?actor nacional? (Pellettieri), en tanto los intérpretes privilegiados para encarnarlo forman parte de esta corriente actoral. Si bien pueden encontrarse antecedentes y diversas configuraciones sobre este carácter dentro del cine clásico (por ejemplo, en los personajes encarnados por Luis Sandrini), es hacia la década de los sesenta cuando el ?chanta? cobra una particular relevancia en el cine argentino posicionándose como protagonista y eje de relatos. Asimismo, es significativo que su presencia atraviese distintos modelos de representación: puede encontrarse tanto en filmes de carácter industrial como en otros independientes, ligados a la modernidad cinematográfica.En este trabajo propongo abordar una película que lo tiene como protagonista en la década de los sesenta (Flor de piolas, Rubén Cavallotti, 1967). El auge de este personaje en aquellos años y la forma en que se inscribe en relatos de diversas procedencias (películas industriales o independientes) responde ?de acuerdo a la presente lectura? a que se constituye en un síntoma de las transformaciones que estaban aconteciendo en el campo de la representación cinematográfica, así como también de importantes cambios a nivel político-social.